Juego de mesa Las Leyendas de Andor reseña
1 minuto de lecturaLAS LEYENDAS DE ANDOR
EL REY BRANDUR NECESITA HÉROES
Solo aquellos que realmente tengan alma de héroes podrán ayudar al Rey Brandur. En Juegate la Mesa estamos dispuestos a arriesgar nuestras vidas para salvar al Rey y defender el castillo. Las Leyendas de Andor es un juego de mesa de 2 a 4 héroes de forma cooperativa deberemos adentrarnos en las aventuras mas increíbles jamas contadas en HOBBYTOON LAND. *
Como nos tiene acostumbrados DEVIR ofrece una calidad extraordinaria con un mapa visualmente increíble. Es un juego exigente en todos los aspectos. Sus reglas son sencillas pero a la vez profundas. Por tanto, podemos hacer un montón de cosas con nuestros héroes incluso disponiendo de una pantalla de héroe propia donde podremos veren un solo vistazo los puntos de fuerza, la casilla para el oro, la habilidad especial que dispone nuestro héroe y sus puntos de voluntad.
Por tanto, echemos una miradita a Youtube y pasémoslo en grande:
Criaturas principales en Las Leyendas de Andor
En este mundo fantástico encontraremos 28 tipos de criaturas.
- 5 Skrals
- 16 Gors
- 5 Trolls
- 5 Wardraks
Además del Mago Oscuro, el Príncipe Thorald, Enanos escudo, la bruja y un increíble Dragón.
Cómo se juega a Las Leyendas de Andor
Cada héroe dispone de una acción que puede elegir de entre 3 posibles principales opciones: mover, combatir o mover al Príncipe, sabiendo que cada acción cuesta tiempo en el Marcador de Día.
Posibles Acciones Addicionales
En este gran juego de mesa Las Leyendas de Andor disponemos de éstas posibles acciones addicionales que no cuestan (la mayoría) ninguna hora:
- Activar una ficha de niebla.
- Vaciar un pozo.
- Tomar o dejar oro, equipo u objetos en una casilla.
- Intercambiar oro, equipo u objetos con otros héroes que estén en la misma casilla.
- Usar objetos o equipos.
- Comprar a un mercader puntos de fuerza o equipo.
Como podéis ver, al leer esto que os estamos explicando, la boca se nos hace agua y un escalofrio recorre toda nuestra espalda. Sólo el rugir de un Dragón que acaba de despertarse hace que alguno de nosotros mojemos un poco el pantalón.